Los árboles ayudan a preservar la vida en la tierra, conservar el suelo y el agua, proporcionar sombra, alimentos, una fuente de madera y medicina, y absorber el dióxido de carbono de la atmósfera.
Son el sostén de tres capas de vida o de ecosistemas. La de las copas de los árboles, en donde habitan diversas aves, mamíferos, insectos, moluscos, hongos, líquenes, microorganismos sobre la corteza, etc. Por otra parte, sobre el suelo protegido por el follaje, donde la vegetación y los insectos son muy variados, y diferentes en comparación con suelos cercanos de la misma zona pero sin arboleda. Por último, Las raíces permiten la transformación del ecosistema del suelo en forma positiva para la actividad humana. Hay mayor cantidad y diversidad de insectos y microorganismos que mejoran el suelo. Los hongos que conviven dentro de las raíces o cercanas a ellas, aportan minerales que, de otra manera no podrían ser absorbidos por estos vegetales. O sea que, de otro modo, esos mismos minerales hubiesen quedado en zonas profundas del suelo sin actividad biológica posible. Por todos estos motivos creemos firmemente que es necesario fomentar en la comunidad el respeto por la vida vegetal y los espacios verdes.
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